En mayo se publicó la decisión de los inversores –entre los que hay españoles y un empresario de la televisión porteña vinculada a los temas rurales- de montar en la esquina de Oroño y 3 de febrero un hotel boutique de alta gama. Pero ahora, cambiaron de lleno el negocio: harán un complejo de oficinas y departamentos para alquiler a ejecutivos.
“El diseño del proyecto es similar al anterior, lo que se modifica es el uso”, explicó la arquitecta que lleva adelante la obra, Adriana Racca, al tiempo que aclaró: “Seguirá siendo premium, pensado para empresarios de alta gama, con piscina climatizada y spa”.
El alquiler podrá ser tanto por un periodo cortos como largos, según ejemplificó la arquitecta “puede ser que un empresario de afuera necesite un lugar para trabajar o para vivir por sólo tres meses y esta es una muy buena opción”.
El estudio Raful es el que está comenzando a alquilar las habitaciones de la casona. Están muy conformes con la demanda del lugar ya que reciben al menos tres consultas diarias. La casona permite adaptar la necesidad de los empresarios que quieran instalarse allí, puesto que los espacios son muy versátiles.
Un nuevo bloque vidriado
Por otra parte, para dentro de un mes, planean comenzar la obra del bloque vidriado que se sumará a la casona. Como cambió el destino del inmueble tuvieron que volver a tramitar la habilitación en Planeamiento y eso es lo que modificó los tiempos de obra. En total, sumarán 1.500 metros cuadrados a la propiedad. La cazona tiene alto valor patrimonial y fue construida en 1920.
Fuente | Punto Biz