Sucede que los mismos son los mayores inversores en acciones, bonos, fondos comunes de inversión, obligaciones negociables, fideicomisos, plazos fijos y activos financieros que den vuelta por el mercado. De este modo, manejan el 10% del Producto Bruto Interno (PBI) y las transacciones diarias que se realizan involucran a un sinfin de entidades.
Así es como para muchos analistas consultados, con esta decisión, se firmó la partida de defunción del mercado de capitales, tal como se lo conoce en la actualidad.
“El mercado de capitales acaba de morir”, expresó un agente de bolsa. También, en absoluto off the record, el gerente de inversiones reconoció a este medio que “que con esta medida “desaparece” el mercado de capitales, y “la Bolsa de Comercio deja de tener sentido.”
Y detalló que “actualmente, las AFJP capturan el 95% de las emisiones de obligaciones negociables, el 75% de las acciones, el 50% de los fideicomisos y el aumento de los depósitos”.
A partir de ahora, bancos, compañías de seguros y fondos comunes deberán ser los que se ocupen de financiar al sector privado al desaparecer del mapa los principales compradores.
Las empresas de primera línea no encontrarán a las AFJP como demandantes de sus acciones, bonos y fideicomisos financieros. Empresas constructoras por un lado y compañías de electrodomésticos que “vendían” los cupones de las tarjetas de crédito para encontrar (mediante el sistema de fideicomisos) el tan ansiado financiamiento a mediano plazo, deberán buscar otros mecanismos de financiación.
Al desaparecer del mapa las AFJP, dejan de existir los grandes compradores de Obligaciones Negociables (ON), acciones u otro tipo de deuda de las compañías.
La tasa BADLAR (operaciones para plazos fijos de más de 1 millón) también queda afectada, al ser las administradoras las que, en su mayoría, se ocupaban de realizar estas colocaciones e influenciar en la tasa de interés.
Compañías de bolsa y hasta la propia Bolsa de Comercio también se verán diezmadas, ya que es previsible una importante reducción de los montos operados a diario.
Algo similar ocurre con las calificadoras de riesgo (que se ocupaban de asignar una nota a las emisiones de deuda de las empresas para que, superado el umbral de Investment Grade, estén aptas para ser adquiridas por las AFJP). Estas también verán su trabajo reducido a la mínima expresión.
“Sin querer realizar un juicio de valor sobre tamaña decisión, es bueno poner en blanco sobre negro la relevancia de la participación de las administradoras en el mercado de capitales local”, afirmó Juan Pablo Vera, de Tavelli y Cía.
Nuevo rol para el Estado
También el Estado redefine su rol, dado que pasa a ser un accionista importante de empresas de las que las AFJP poseen (o poseían) una buena parte del capital social. A partir del nuevo régimen estatal, un total de 39 compañías que cotizan en la Bolsa de Comercio tendrán una participación del Estado argentino. Bancos, cerealeras, compañías energéticas, eléctricas y petroleras entre otras.
A modo de ejemplo, en Telecom, Siderar o Edenor (por nombrar tres sectores representativos y disímiles), las participaciones actuales de las administradoras representan aproximadamente un cuarto de su capitalización de mercado.
Si tomamos el “floating” de dichas compañías (porcentaje de acciones de una compañía que circulan en el mercado), el porcentaje se incrementa notablemente. De ahí el impacto en las valuaciones de dichas compañías”, afirmó Vera.
“De concretarse el nuevo esquema de jubilación pública, la participación accionaria del Estado en un amplio espectro de sectores y compañías (muchos de ellas considerados “sensibles”) sería más que relevante”, concluyó.
Juan Southall, de De Bary Sociedad de Bolsa, sostuvo a iProfesional.com: “Es utópico imaginar que los bancos, compañías de seguros y los fondos comunes de inversión alcancen para satisfacer las necesidad de financiamiento del sector privado”.
En tanto, Rubén Pascuali, titular de Mayoral Bursátil, afirmó: “Con esta medida sacan un gran jugador de la cancha”. “No se como se va a reemplazar a las AFJP, quizás con fondos de inversores. Estas tenían acumulado 14 años de recaudación. Es un golpe terrible para el mercado de capitales”.
Fuente | Infobae