Dos propuestas de diseño lograron consolidar la creatividad argentina en el exterior con una oferta de servicios de diseño de productos, armado de sitios web, publicidad y animación. Antiestático y Milstein)Ravel hicieron hincapié en la calidad de los servicios y en la rapidez, y hoy sus creaciones se pueden ver en las góndolas y en los avisos de todo el mundo.
Detrás de Antiestático está Matías Dumont, licenciado en Administración de Empresas de 26 años que armó sus valijas cuando terminó de estudiar y se instaló en Madrid después de recorrer Europa con escasos 150 euros y algunos trabajos temporarios.
En la capital española, un contacto lo sumergió en el mundo de la producción televisiva y no pasó mucho tiempo hasta que su costado creativo comenzó a asomar.
“Vi que las agencias de publicidad no tenían cosas muy creativas y, al mismo tiempo, desatendían los costados más interactivos, como el diseño de páginas y la animación. En realidad, tercerizaban eso, y yo sabía que en la Argentina podía encontrar buenos diseñadores y precios competitivos”, recordó el emprendedor, que registró la sociedad en España hace un año.
“Entonces, empecé a aprovechar mis contactos para ofrecerles el servicio y, al mismo tiempo, comencé a rastrear diseñadores y animadores en Buenos Aires. A algunos los conocía y a otros los rastreé por Internet. En el primer año de operaciones, hicimos trabajos chicos para armar un portfolio”, agregó.
Con una carpeta llena, Dumont salió a la caza de clientes más grandes: las agencias de publicidad. De a poco, las fue incorporando y con su plantel de creativos en Buenos Aires armó sitios, personajes animados y campañas para Fiat, BMW, Disney y Liz Claiborne, entre otras marcas.
Este año, Antiestático facturará US$ 500.000 y aunque Dumont no está listo para volver a Buenos Aires, sí se siente preparado para iniciar operaciones en su ciudad natal.
“Nos estamos asociando con el estudio de Mariano Kaseiri, a quien conozco de toda la vida. Vine a Buenos Aires justamente para alinear posiciones y presentarnos con algunos clientes”, detalló el emprendedor, que planea duplicar sus ingresos el año próximo.
“Recién estamos empezando. Ya hicimos cosas para España, Bulgaria, Escocia e Inglaterra, y todavía hay mucho para dar”, concluyó.
De la Capital al mundo
El estudio Milstein)Ravel realizó el camino inverso con el servicio de diseño de producto. Federico Ravel y Carina Milstein se asociaron a fines de los 90.
Ambos se conocieron en la carrera de diseño gráfico de la UBA, y tras varios trabajos en equipo optaron por poner su emprendimiento. Iniciaron operaciones con un portafolio más amplio de servicios y luego se focalizaron en packaging .
“Empezamos armando stickers y el contacto con los clientes nos fue llevando. En 2002, llegamos a Sedal y ése fue nuestro primer gran cliente”, recordó Ravel. “Hicimos el diseño para las ediciones limitadas de las líneas Sedal Verano en 2004 y en 2006. Y después ganamos por concurso el armado de los desodorantes Rexona Dance, una edición que se lanzó en forma global. También hicimos las ediciones limitadas de Hellmann s para Navidad y la variedad True Love Global, de Impulse internacional”, agregó Milstein.
Actualmente, el estudio tiene 30 empleados y factura $ 1,5 millones al año. Según sus fundadores, el secreto del éxito está en el servicio. “Todos somos creativos, y así los clientes tratan en forma directa con quienes diseñan. Es menos burocracia y podemos responder a los pedidos rápidamente”, destacaron los socios, que todos los martes van a una clase de yoga con los empleados.
El estudio buscará ahora crecer afuera con propuestas para concursos internacionales. “Tuvimos un pico de crecimiento y ahora conseguimos armar una estructura sólida de trabajo para escalar el proyecto”, afirmó Milstein.
Fuente | La Nación