El rugby los unió en amistad y el negocio los hizo socios. Agustín Gau y Alberto Pardo Saleme, ambos de 32 años, emprendieron juntos en 2001 para crear una agencia de comunicación digital. Una vez sumergidos en el mundo del marketing on line, la experiencia y el conocimiento los llevaron a descubrir un nicho no explotado en el país ni en la región, que los impulsó a adoptar el modelo de marketing de afiliados que hoy ofrece Soicos.
“Teníamos una agencia de comunicación digital, que es como ser una empresa constructora en Internet, pero nunca habíamos construido nuestro propio edificio. Teníamos todo el know- how, les hacíamos negocios a un montón de clientes, pero no lo estábamos explotando más que para venderlo como un servicio”, dijo Gau.
Con el tiempo, los socios comenzaron a ver que la competencia en términos de precios crecía cada vez más en este tipo de servicio, donde entran al mercado muchos profesionales free lance y empresas chicas. Ellos sabían que tenían que seguir creciendo, pero no se animaban a ampliar la estructura empresarial. Entonces pensaron en “construir el edificio” e ir por un segundo emprendimiento, Soicos.
“Después de mucho investigar y analizar la industria publicitaria en el exterior, encontramos un modelo de publicidad en Internet que nadie había traído al país y lo vimos como una oportunidad”, indicó Gau.
El negocio de marketing de afiliados consiste en tener anunciantes que quieran hacer campañas publicitarias on line y, por otro lado, personas con sitios webs o blogs que quieran mostrar anuncios de diferentes empresas para obtener algunos ingresos. Los emprendedores son los intermediarios entre las grandes marcas y estos afiliados (que son los que tienen sitios en Internet) que se registran en Soicos para acceder a las campañas publicitarias vigentes y seleccionar el banner del anunciante que van a querer promocionar en su página o blog.
La empresa publicitada pagará por cada clic que reciba su banner y los lleve a su página, por cada formulario que los visitantes llenen, por cada producto que se venda referido desde el sitio del afiliado, o por cada fan en Facebook que llegue gracias a estos banners. Además, Soicos presentó una nueva aplicación para que cualquier persona pueda publicitar los banners de los anunciantes a través de redes sociales.
Las marcas le pagan a Soicos y éste le da al afiliado su parte de esa ganancia. “Es un negocio que nosotros llamamos win-win porque ganamos todos los que estamos en el circuito. El anunciante compra por performance, se garantiza un resultado y paga por ese resultado; nosotros ganamos un porcentaje de lo que generamos, y el afiliado, que es aquel que tiene un sitio web, tiene otra manera de ganar plata con publicidad”, afirmó Gau, que maneja de manera directa la empresa, dado que Pardo Saleme está más al mando de la agencia de comunicación digital.
Como un cliente más
En 2009 comenzaron a investigar en profundidad este modelo de negocio y a estudiar las plataformas que ofrecían el servicio en otros países. Una vez decididos a largarse con el proyecto y con una inversión inicial de US$ 30.000, destinaron parte de su equipo de la agencia de comunicación digital para que trabaje en Soicos como si se tratara de un cliente más. Luego de nueve meses trabajando en la plataforma, para el Mundial de Sudáfrica 2010 realizaron el primer testeo con una agencia de viajes que vendía paquetes para el torneo deportivo. “Probamos el sistema, funcionó muy bien y generamos ventas para esa agencia. Así que decidimos separar esta nueva estructura de la otra empresa y destinarle recursos propios para salir al mercado”, señaló el emprendedor.
En menos de un año de creación, Soicos ya alcanzó una facturación de $ 700.000. “Los afiliados, los anunciantes y la facturación están creciendo a un ritmo muy acelerado, por eso queremos aprovechar la oportunidad de explotar el modelo acá y en la región”, argumentó el empresario, que lucha diariamente por dar a conocer el sistema.
Los amigos sintieron que sus recursos limitaban su potencial de crecimiento; entonces consiguieron un socio inversor, Leandro Sánchez-Bosch, representante de Mediasur Holing, que les da el financiamiento que necesitan para expandir su propuesta a América latina, una región en la que aún no hay jugadores que hayan pisado fuerte con el modelo de marketing de afiliados.
“Estamos en la corrida para posicionar nuestra marca lo más rápido posible y ser el referente en esta materia en la región, antes de que lleguen empresas del exterior a instalarse”, explicó Gau, en medio de un ambicioso plan de expandirse hacia Chile, Brasil, México y Colombia para antes de fin de año.
Fuente | La Nación