Mientras los analistas internacionales calificaron la crisis de Estados Unidos como una “hecatombe”, el ministro de Economía, Martín Lousteau, afirmó ayer que hay que profundizar el compromiso fiscal y la política de promoción de inversiones para mantener el crecimiento local. El ministro sostuvo que el producto bruto interno (PBI) crecerá este año un 7% (aunque en el presupuesto 2008 se haya colocado una previsión del 4%) y destacó que el país se encuentra bien parado para enfrentar el huracán generado por las derivaciones de la caída del mercado de hipotecas subprime (de alto riesgo) de EE.UU.
Afectado por anginas, comenzó su exposición en la segunda jornada de economía internacional de la Universidad Torcuato Di Tella haciendo referencia a la película Yo presidente , en la que se entrevistó a los mandatarios que gobernaron el país desde el regreso de la democracia, en 1983. “Me impactó ver cómo evolucionamos desde la salida de la crisis: el PBI creció 56 por ciento y por primera vez en 107 años crecemos por seis años consecutivos, con superávits gemelos”, indicó con una voz ronca, mientras exhibía una serie de gráficos con cifras positivas en una gran pantalla.
En esa sintonía también resaltó que el tipo de cambio multilateral se encuentra un 56% por encima del valor que tenía a la salida de la convertibilidad y que la suba de las reservas del Banco Central se basa más en el resultado de la balanza comercial que en el ingreso de capitales financieros de corto plazo. “La mejora es tan palpable que no hay que discutir las cifras”, dijo ante un auditorio en el que estaban, entre otros, el ex viceministro de Economía Pablo Guidotti; el ex secretario de Finanzas Miguel Kiguel; el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Mario Vicens; el economista jefe del Banco Mundial para América latina, Augusto de la Torre, y el director de análisis para la región del banco de inversión Barclays, Eduardo Levy Yeyati. “Por primera vez el contexto externo no le cambia la vida cotidiana a la gente”, dijo Lousteau con orgullo.
No hubo lugar para preguntas, por lo que nadie supo si todos los asistentes del auditorio, completado por numerosos estudiantes, estaban de acuerdo con la definición del ministro, que dijo que la economía local está “sana” para enfrentar la crisis externa. De todos modos, aclaró que hay una serie de cuestiones que el Gobierno debe garantizar para que se mantenga el actual ritmo de crecimiento:
“En el plano comercial, mientras la exposición de las exportaciones argentinas a EE.UU. es sólo del 7% del total de las ventas externas del país, hay que vigilar el desvío de exportaciones chinas y brasileñas que no ingresarán en la primera economía del mundo por su situación recesiva.
“En términos financieros, la salida de fondos siempre es una preocupación, aunque el riesgo está acotado por las altas reservas y los superávits.”
“En el plano de las cuentas públicas”, afirmó, “hay que profundizar el compromiso fiscal”, luego de la fuerte suba del gasto en 2007, que el ministro atribuyó a la financiación del consumo y a la moratoria que permitió la jubilación de 1.200.000 personas. “Este año [el gasto] será más balanceado e irá corrigiendo a tasas que superen entre uno y cinco puntos el crecimiento del PBI nominal.” De esta manera, en forma implícita el funcionario proyectó un crecimiento anual del gasto cercano al 25%, la mitad que el año pasado y más cerca del 35% registrado en enero último. Además, hizo hincapié en el destino del gasto: menos consumo y más inversión, sobre todo en un contexto en el que por la crisis externa faltarán recursos para financiar emprendimientos de largo plazo.
Con ese fin, agregó, el Ministerio de Economía utilizará una batería de medidas: recursos fiscales -vía subsidio de tasas de interés-, la nueva línea de crédito del Banco Nación y “otras herramientas” para determinados sectores productivos a los que el Gobierno quiere incentivar.
“Este año volverán a observarse una desaceleración en la construcción y una mayor inversión en equipo durable, sobre todo importado”, precisó. Nada dijo el ministro de Economía sobre las “señales” que reclaman muchos analistas e inversores para que crezca el mercado financiero local, entre ellas la recuperación de la credibilidad del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Mercado local
En ese sentido, el economista en jefe del BM había señalado en un debate previo a la disertación del ministro que es clave que los países de la región den profundidad a sus mercados en moneda local, frente a la volatilidad generada por la crisis en Estados Unidos. “Estados Unidos está en una hecatombe, pero salvo para México y Chile, proyectamos tasas más altas de crecimiento para el resto de los países de la región”, destacó De la Torre, sumándose a los defensores de la idea del “desacople” entre la primera economía del mundo y América latina.
Levy Yeyati también dijo que hay que mirar más la desaceleración china que la norteamericana y que, aunque haya fondos especulativos que estén apalancando los precios de las materias primas, si la burbuja se pinchara, la demanda de estos productos continuaría por el cambio en los patrones de consumo de Asia. Para el final, quedaron los comentarios sarcásticos del panel hacia el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan.
Fuente | La Nación