“Yo soy vendedor innato. A mí lo que me gusta realmente es vender. Entender la cabeza de los consumidores y después transmitirlo a mi equipo y que lo puedan plasmar en un diseño o en una acción.” Así se definió Federico Battilana, 34 años, creador de la agencia de publicidad E3.
Battilana comenzó la carrera de Arquitectura, pero abandonó e hizo Marketing. Haber trabajado en HSM, una empresa especializada en contenidos de management , le dio mucha experiencia en publicidad y en marketing y lo llevó a trabajar a España e Italia, donde conoció al socio con el cual emprendió su negocio.
“En 2000 me fui a España a trabajar con HSM. Ahí trabajé en la parte comercial y estuve un año en Italia, organizando los eventos y coordinando la parte de marketing. Pero mi primer contacto real con la publicidad lo tuve cuando vine acá para abrir mi empresa”, contó.
Volvió a la Argentina con su esposa, decidido a formar una familia. Durante el último año en Europa, ya había dejado su empleo y había comenzado a trabajar en un proyecto con un español que tenía una empresa de gestión de la impresión, pero daba como servicio extra el diseño de los folletos que imprimía. “Con él empezamos a desarrollar la parte de diseño de folletos, que además imprimíamos y distribuíamos. Cuando volví al país, me di cuenta de que los clientes hablaban directamente con las imprentas, no querían un intermediario que gestionara la impresión. Entonces, empezamos a ofrecer los servicios de diseño solamente”, explicó Battilana.
Enlace 3, como se llamó en principio la empresa, tuvo una inversión inicial de 5000 euros. Empezó diseñando folletos y haciendo publicidad en vía pública y, con el tiempo, el mercado lo fue llevando a volcarse más al diseño de exhibidores y a promociones. “No teníamos una planificación estratégica de qué era lo que íbamos a hacer, sino de cómo lo íbamos a hacer: enfocarnos en cuentas grandes, estar muy cerca de los clientes y meternos en su estrategia comercial”, agregó el emprendedor.
La empresa comenzó a trabajar en 2006, y para 2007, Battilana intercambió acciones con su socio que trabajaba desde España. Ahora su nuevo socio es Ignacio Ibarra García, de 38 años, otro emprendedor innato que hace años creó su propia agencia de publicidad y luego la vendió para comprar la mitad de E3. “Lo que hacemos es ayudar a nuestros clientes a vender. Nos metemos en la estrategia comercial. El cliente participa activamente del proceso creativo y hacemos publicidad, pero de una forma en que podemos contar que cada peso que se invierte vuelve multiplicado”, profundizó Battilana.
E3 factura unos $ 3 millones al año y trabaja con empresas, como Sony Ericsson, IAE, Pepsico, Quilmes, Sportline, entre otras cuentas.
La agencia trabaja en tres áreas de lo que en publicidad se llama Below the line (BTL). El área de diseño, que tiene que ver con la imagen de la marca; la rama de activaciones y promociones, y el POP, los exhibidores en el punto de venta.
Fuente | La Nación