Profundo malestar de gremios que pretendían mayores subas salariales

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El acuerdo del Gobierno con el gremio de los camioneros, anunciado anteayer en la Casa Rosada por el secretario general del gremio y líder de la CGT, Hugo Moyano, y que contempla un ajuste salarial del 19,5%, generó expectativas dispares. Por un lado, el Ejecutivo buscará que este aumento provoque un “efecto cascada” y se aplique la misma suba en otros gremios “amigos”, pero por otro lado se desató un profundo malestar entre los sindicatos que pretenden incrementos mayores.

Moyano había terminado de cerrar políticamente el acuerdo salarial para su gremio en tres reuniones reservadas en los días anteriores con el ministro de Planificación, Julio De Vido, su aliado en la Casa Rosada. Y también mantuvo diálogos directos con el ex presidente Néstor Kirchner. La presidenta Cristina Fernández y el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, se habían reunido con Moyano, pero para acordar aspectos más formales. Y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sólo participó de las puntadas finales del acuerdo.

Dirigentes de los llamados “Gordos” de la CGT -los gremios más grandes- buscaron verificar los pasos de Moyano el lunes último en despachos clave de Trabajo; se les dijo que no había ninguna información en ese sentido.

“Nos enteramos del aumento viendo la televisión”, se quejó un dirigente gremial cercano a Alberto Fernández, tan enojado como “los Gordos”. Unos y otros reclaman aumentos de alrededor del 30% en las futuras negociaciones salariales, y aseguran que mantendrán ese objetivo.

Se supo que Cristina Kirchner buscó anticipar el anuncio de Moyano para opacar el acuerdo inminente del gremio docente, que orillaría el 24% de aumento. Y, de paso, procuró fijar una pauta para otros anuncios similares, aunque Moyano negó que su acuerdo sea un “caso testigo”.

En Balcarce 50, buscan que otros gremios afines se sumen a la ola del 20% de aumento salarial. La Presidenta y sus laderos apuntan a los aliados del Gobierno y de Moyano: taxistas, metalúrgicos, la construcción, portuarios, dragado y balizamiento, obras sanitarias, y estatales, entre otros.

Fuentes gremiales aseguran que otros sindicatos se consideran condicionados por Moyano, “acomodado con la Casa Rosada”. Lo acusan de usar su liderazgo en la CGT para negociar por cuenta propia para su gremio -el de sueldos más elevados-, sin mirar el efecto en el resto de los sindicatos afiliados a la central obrera. Moyano, de hecho, acordó cargos en el PJ con Kirchner y apoyo para seguir al frente de la CGT.

En pie de guerra por la “primeriada” de Moyano estaban, principalmente, los gastronómicos, con Luis Barrionuevo a la cabeza; los de Luz y Fuerza, los mercantiles, los de sanidad, ferroviarios, alimentación y bancarios, además de los mecánicos de Smata y los de transporte de la UTA, entre otros.

Conflicto “en las bases”
Panaderos, encargados de edificio y maquinistas, aliados de Moyano, discrepaban por lo bajo con el jefe de la CGT. Ahora se ven limitados para plantear aumentos de entre el 27 y el 35%, como querían.

“El problema no somos los dirigentes, sino que el conflicto está en las bases, los delegados que piden más y más. Eso es lo que no entiende el Gobierno”, dijo a LA NACION uno de “los Gordos”.

“Los mecánicos, como otros gremios, reclaman más porque su actividad es rentable y crece. Los panaderos y otros, porque sus sueldos están retrasados. Hay mucha diversidad en el campo sindical”, dijo Juan Carlos Schmidt, aliado de Moyano, que anticipó que su gremio, dragado y balizamiento, acompañará al camionero en la negociación moderada. “No podemos ser irracionales para que todo se venga abajo”, razonó otro aliado al moyanismo.

Desde la CTA, que dirige Hugo Yasky, el asesor jurídico Horacio Meguira planteó que Moyano no negoció un umbral bajo, sino que, sumados los adicionales y los montos no remunerativos, el 19,5% se convierte en un 24,6%. “Fue un acuerdo para la gilada”, dijo. La CTA, al igual que los docentes, plantea aumentos mayores. “Va a haber conflicto y va a haber bronca”, reconoció otro dirigente moyanista. “Pero eso Hugo lo remontará porque está fortalecido”, señaló.

En Balcarce 50 y entre las huestes de Moyano aseguran que el líder real de camioneros -su hijo Pablo, el jefe formal, estaba presente en la Casa Rosada el día del anuncio, pero no habló- cerró el acuerdo salarial con Kirchner para garantizarse así una participación expectante en la futura conducción reorganizada del PJ.

Fuente | La Nación