A partir de la crisis desatada por las hipotecas subprime en EE.UU. entre julio y agosto del año pasado, los capitales huyeron hacia activos menos riesgosos, como el mercado de commodities, que acumulaban cinco años de subas. Así, esta migración potenció aún más sus cotizaciones.
En el plano local, el impacto fue menor a otras crisis financieras: la pérdida de reservas internacionales representó 1,3% del Producto Bruto Interno (PBI) durante el segundo semestre de 2007, en relación a los 2,3% que se perdieron con la crisis del Tequila y los 5,5% del fin de la convertibilidad.
Además, según un informe de la consultora Ecolatina, el aumento de los precios de las commodities si bien generó presiones adicionales sobre los precios internos impulsó las exportaciones y la capacidad de generar riqueza del país.
Sin embargo, el viento de cola mermó considerablemente. El menor dinamismo en la demanda global, sumado a la creciente incertidumbre, están impulsando un fuerte reacomodamiento de los precios de las commodities. De hecho, según datos del Banco Central (BCRA), en Agosto las principales materias primas que exporta la Argentina se ubicaron 11% por debajo del mes anterior.
A esto hay que agregar la revaluación del dólar registrada en los últimos meses, que afecta las cotizaciones puesto que la divisa es el denominador por excelencia de los productos primarios.
El futuro de la balanza comercial
A pesar de estas caídas, el impulso que recibieron las exportaciones alcanza para cerrar otro buen año. Según Ecolatina, en 2008 la balanza comercial cerrará con un superávit de u$s11.500 M, cifra que se ubicará por encima del valor de 2007, cuando el saldo fue de u$s11.073 M, gracias a la mejora de los términos de intercambio.
Ahora, si los precios de las exportaciones e importaciones se hubiesen mantenido a precios de 2007, el excedente hubiese sido de apenas u$s3.600 M, un 69% menor que la proyección de la consultora y un 67% por debajo del valor del año pasado.
“Los récords en los términos de intercambio siguen ´disfrazando´ el menor dinamismo de los volúmenes exportados frente a los importados”, explica el informe.
“La elevada dependencia a los excepcionales precios de las commodities es un problema en la medida en que se revierte el favorable contexto mundial. Lamentablemente hay señales de un reacomodamiento -a la baja- de los precios de las principales exportaciones, aunque de todas formas se espera que se mantengan elevados en términos históricos”, agrega.
Un 2009 difícil
Dado que es poco probable que los términos de intercambio continúen creciendo el año próximo, la desaceleración de la economías mundial impactará de lleno en el comercio internacional.
En este contexto, la consultora estima que las cantidades importadas en la Argentina seguirán creciendo a un ritmo superior a las exportaciones de la mano de la apreciación real del peso.
En esto influirá considerablemente la caída de los saldos de exportación por la menor superficie cultivada, debido a la sequía y al fuerte aumento de los insumos, que llevó a reemplazar parte del cultivo de maíz -un grano con altos rindes- por la soja. En término de volúmenes, la Argentina se encamina a posponer un nuevo salto en producción y productividad agrícola.
Desde la consultora Agritrend, calculan que de las cerca de 97,3 millones de toneladas de la última campaña, para el período 2008-2009 se pasará a un volumen que, como mínimo, se ubicaría en torno a los 92,8 millones.
Esta merma de 3,5 millones de toneladas implica una caída del 4% con respecto a la campaña anterior.
Incluyendo todo el universo exportador, desde Ecolatina proyectan un leve aumento de las cantidades en torno de 6%. “La sequía, la falta de insumos e inversión afectaron negativamente la siembra. Además, si bien hay sectores muy competitivos (como el sector automotriz y la siderurgia) la apreciación real del tipo de cambio afecta a la producción transable”, sostuvieron.
Un saldo mucho menor
Si los términos de intercambio se mantiene en niveles de 2008, el saldo comercial alcanzaría en 2009 los u$s6.500 M.
Pero en un escenario más pesimista, donde los precios de las principales commoditties exportadas caen levemente, el saldo excedente se reduciría significativamente.
Desde el punto de vista fiscal, el fin de los “super” precios tiene un impacto importante en la recaudación nacional pues los impuestos al comercio exterior representan casi 20% del total recaudado y el 44% de los ingresos del tesoro nacional. El menor dinamismo de estos recursos afectará principalmente al gobierno nacional, destacaron.
En este contexto, “si bien inicialmente los efectos de la crisis financiera en la Argentina fueron superados, la retracción en las cotizaciones internacionales y el fortalecimiento del dólar –que tiende a exacerbar la pérdida de competitividad con respecto a los principales socios comerciales- comprometerán las cuentas externas y fiscales del país”.
“El viento de cola externo es ahora sólo una brisa y los desequilibrios internos acumulados generan fuertes condicionantes para la política económica. De todas formas, los precios siguen elevados y la liquidación de la cosecha acumulada le da al gobierno otra oportunidad para comenzar a solucionar los problemas acumulados”, concluye el informe.
Fuente | Infobae Profesional