Así como encontrarse en la puerta de La Favorita, caminar por la peatonal Córdoba y escuchar el hit de moda que a todo volumen salía de los parlantes de la disquería Tal Cual, se había transformado en un clásico. Fue así hasta que en marzo del año pasado un valor de alquiler exorbitante hizo que los dueños del comercio decidiera desensillar y quedarse con un sólo negocio abierto. Ahora, una empresa familiar que durante los 90 supo tener 11 locales distribuidos en la ciudad, decidió bajar las persianas del último bastión que le quedaba, en calle San Luis al 1200.
Si bien el motivo en este caso no fue el alto precio del alquiler ya que el local es propio, ese factor pesó en la balanza de la decisión de cierre: “En los últimos tiempos peleábamos contra lo que estaríamos ganando si en lugar de tener el negocio abierto, alquiláramos el espacio y nos quedáramos con la renta”, contó a punto biz Horacio Taletti
Pero no fue esta la única batalla que libraron en desigualdad de condiciones. Es que el comercio que supo resistir los embates de grandes cadenas, sucumbió ante el zarpazo mortal que significó el mix de piratería y música gratis bajada por internet. “el mp3 nos terminó de matar”, reconoció Taletti y a mano alzada calculó: “De cada tema que se vende en forma legal hay como mínimo cinco que van por la vía ilegal”.
Ahora en el local de calle San Luis están en plena liquidación, con descuentos del 15% con todos los medios de pago en discos y DVD que superan los $10. El cierre definitivo llegará a fin de mes, y a partir de ese momento le colocarán el cartel de alquiler al local de 350 metros cuadrados. “Tal Cual es una empresa familiar que nació en 1981 y mi padre está desde el 72 en el negocio de la música, entonces costó muchísimo tomar la decisión, pero ya no podíamos resistir más, no era rentable tener abierto”, especificó el empresario.
La historia de Tal Cual demuestra que sus titulares hicieron lo posible por mantenerla a flote. Cuando el uso de internet se popularizó y la situación empezó a apremiar, decidieron achicar la estructura: de once puntos de venta, en 2003 se quedaron con tres. Ese año encararon el cierre del de peatonal San Martín al 900 y hasta el año pasado sostuvieron el de peatonal Córdoba, donde intentaron resistir primero anexando libros y luego la parte de audio.
Pero los $30.000 de alquiler que les pedían pudieron más que las buenas intenciones de sostener esa vidriera fundamental para la marca, bajaron persianas y sólo mantuvieron abierto el de calle San Luis. Como era un local propio pensaban que ya no iban a tener que combatir contra esa variable, pero se equivocaron. “Las ventas subieron por escalera y los gastos por ascensor”, graficó Taletti.
Ahora quedan unos días para aprovechar los descuentos o simplemente para pasar por la puerta del local y escuchar el último hit.
Fuente | Punto Biz